La Feria Internacional del Vino de Miami (Florida) celebra este año su décimo aniversario con un programa, abierto exclusivamente a profesionales del sector, que incluye catas, reuniones, seminarios y la presencia de medio millar de bodegas de todo el mundo.
La Feria, que se ha convertido en una de las grandes citas enológicas del sector en EE.UU., atraerá este año, del 23 al 25 de septiembre, a más hosteleros, importadores, distribuidores, consultores y minoristas que en ninguna edición anterior.
En total, se espera que pasen por el Centro de Convenciones de Miami Beach unos 3.000 profesionales del mundo del vino, muchos de los cuales participarán en los cerca de 2.000 encuentros programados con las bodegas que se dan cita en un espacio expositivo de 7.400 metros cuadrados.
El objetivo prioritario de la feria sigue siendo propiciar que las bodegas que concurren a la feria realicen el mayor número posible de contactos con distribuidores y compradores, tanto nacionales como foráneos.
De hecho, los organizadores calculan que las ventas generadas a partir de esta feria podrían rondar los 26 millones de dólares y superar el medio millón de cajas de vino.
Pero este año la muestra da un giro radical: de un evento sobre el que gravitaba el bullicio propio de un festival abierto al público se ha pasado a una feria exclusivamente profesional centrada en la industria del vino, según dijo a Efe el español David Bernard, fundador y presidente de la feria.
"Y así seguirá", aseguró Bernard, quien comentó que fue la presión de los expositores, desde hace años, a favor de una feria decididamente profesional la que empujó a la directiva a tomar esta decisión.
Entre las novedades de esta edición figura la sección "The Florida Room", un espacio dedicado a los vinos y marcas que cuentan con distribución en Florida.
Se trata de una iniciativa que permite a los minoristas comprobar "qué productos están disponibles en el mercado y cuáles no, qué marcas cuentan ya con un distribuidor local", explicó.
Menos presencia española en esta edición
Un dato que inquieta a Bernard: España ocupa menos espacio de superficie que en ediciones anteriores, si bien es nuevamente el país que concurre a la feria con un mayor número de bodegas."Estamos notando la crisis de España", resaltó Bernard, y apuntó que países como Argentina, Italia (que instalará un gran pabellón), Chile y Francia (el mayor expositor en metros cuadrados), además de España, son las naciones con un mayor número de bodegas y marcas en la feria.
Pese a la crisis global, Bernard ha logrado posicionar la feria en estos últimos años como el "principal punto de encuentro para profesionales del sector en EE.UU.", un país que, con 17 años de crecimiento ininterrumpido, desbancó a Francia en 2010 como primer consumidor de caldos del mundo.
Solo el año pasado se consumieron en EE.UU. 329 millones de cajas de vino , por lo que este país se ha convertido, junto con China, en el mercado con el que todos los productores de vino sueñan.
"Todos quieren exportar a EE.UU. y China, son los objetivos de toda bodega", puso de relieve.
Otro acto fundamental de la feria lo constituye el "Programa de Compradores", con un aumento del 30 por ciento de participantes respecto al año pasado, entre importadores, minoristas y distribuidores procedentes de EE.UU., Canadá, México, América Latina y el Caribe.
La feria ofrece también seminarios y catas comentadas, entre otras "Malbec: el secreto detrás del éxito argentino", "Inmersión Barolo", "Estrellas españolas, de Rioja a Priorato" y "Chile retorna a la élite internacional".
Fuente:
http://www.elmundo.es