Como en el resto del planeta, en Sudamérica el tequila vuelve a ser una de las bebidas preferidas por su sociedad, donde mujeres, hombres, gente mayor y jóvenes disfrutan de esta bebida mexicana compañera de grandes momentos.
Víctimas de la ignorancia y del abuso, así como a causa de marcas de poca calidad, el tequila ha sido injustamente juzgado sin comprender que es una bebida que se debe saber tomar y reconocer que hay marcas excelentes que pueden transportarnos a un lugar especial gracias al sabor y no al exceso de alcohol.
Toda bebida se la debe saber administrar. Es penoso ver que mucha gente deja este espirituosen para el final de la fiesta. Después de haber tomado una mezcla de distintos alcoholes se pasa la ronda de tequilas para luego admirados decir “yo estaba muy bien hasta que tome el tequila”. Muchos, en cambio, lo beben a shot seguido sin pensar que cualquier bebida alcohólica que se tome de esa manera nos causara una enorme meopeda. Por eso, es común escuchar: “yo tome tequila una vez y me hizo mucho daño”, en vez de reconocer que las horas borrosas más tarde se debieron a como lo bebieron.
Lo indicado es tomarlo a sorbos pequeños, dejarlo entre los labios y la punta de la lengua durante unos segundos, paladearlo y dejar que el sabor invada nuestra boca. Repetir este procedimiento hasta terminar la copa o el vasito tequilero (llamado "caballito").
Los tequilas blancos y jóvenes son los más apropiados para preparar tragos largos, aunque hay algunos realmente buenos que pueden tomarse solos, eso es cuestión de preferencias. También se acostumbra acompañarlo con sal y limón o lo que es muy popular: intercalar con sorbos de "sangrita" (bebida a base de jugo de naranja, limón, ají y sal). El “reposado” y el “añejo” son para tomarlos solos ya que conservan el sabor y aroma del agave y de las barricas de roble. Esto no quiere decir que quien quiera saborear un Margarita u otro cóctel no lo haga con un buen “reposado”, consiguiendo así mayor gusto de su bebida. Mi recomendación, cuando se lo toma solo, es servirlo al Reposado en copa de jerezana y el añejo en copa de brandy o coñac.
El tequila es un producto de calidad y por eso hemos querido dignificarlo sugiriendo la forma en que debe ser consumido. Quien mejor que los propios mexicanos para enseñarnos como hacerlo, pues ellos, a diferencia de quienes no saben tomarlo, no suelen apurar los vasos de tequila de un solo trago seguido por la sal y limón. En ocasiones, incluso lo toman solo acompañado de una sangrita , pero lo beben lentamente. También es común que lo tomen preparado en tragos largos con Cola (Charro Negro), toronja y sal (La Paloma) o la famosa Margarita. En otras ocasiones, piden un tequila reposado o un añejo que lo saborean, como si fuera un buen coñac o un whisky con solera.
No es raro escuchar a muchos mexicanos en el extranjero protestar diciendo “esto no es tequila” eso se debe a que ellos están acostumbrados a que en México el 90% del tequila que se sirve en los puntos de consumo (hoteles, bares, etc.) sea reposado o añejo. ¿Que diría alguien acostumbrado a vinos con cuerpo y de añadas especiales si se le sirve un vino joven?
Además, debemos decir que existen productos que se venden fuera de México como tequila (pseudos-tequilas) que no tienen nada que ver con la bebida original, ya que son elaborados con otros agaves y no con la variedad Tequilana Weber Azul, que es la única variedad para producir tequila. Algunos de ellos son aguardientes baratos bautizados con aromas de agave o mezcales producidos en grandes cantidades en plantas, sin las condiciones adecuadas. En algunos casos incluso es mezclado con alcoholes aún más baratos para aumentar su rendimiento. También se suele encontrar en el mercado informal marcas reconocidas con producto falso o adulterado en sus envases.
En México hay por lo menos 700 marcas distintas, y en el mundo pasan de las 1200, todas las cuales se venden en todas las variedades.
Fuente:
http://mexico.acambiode.com
