A toda costa quiere para él la bebida de origen mexicano por sobre la versión liviana de la estadounidense. Pero su conflicto moral se gatilla sobre el final y la culpa se manifiesta. Quizás sea porque nació para ser futbolista (no por nada es campeón mundial), pero tampoco hace nada que un futbolista no acostumbre…
Fuente:
http://www.fayerwayer.com
Seba Cabezas